Somos la generación que más habla de amor, pero que no sabe amar.

La paradoja de esta época es que vivimos en una era de mucha información, pero no de conocimiento, porque en la era digital, tenemos acceso instantáneo a una cantidad inmensa de información sobre el amor y las relaciones a través de libros, artículos, redes sociales, y más. Sin embargo, esta información no siempre se traduce en conocimiento profundo o sabiduría en los millones de personas que pueblan el planeta. A pesar de la abundancia de consejos y teorías sobre el amor, muchas personas no han desarrollado una comprensión real o práctica de cómo construir y mantener relaciones amorosas saludables.

La cultura popular y las redes sociales están llenas de discusiones sobre el amor, desde memes hasta largas disertaciones. Pero este discurso a menudo se centra en idealizaciones y no en la realidad compleja de las relaciones humanas y la práctica necesaria y consciente para mejorar en la forma de vivir el amor. La información superficial que abunda y es de mayor consumo puede llevar a malentendidos y expectativas poco realistas.

Aunque hablamos mucho sobre el amor, la capacidad de amar genuinamente, con compromiso, comprensión y empatía, puede estar disminuyendo. Debido a lo anterior, las relaciones pueden volverse superficiales, transaccionales o basadas en expectativas idealizadas en lugar de una conexión profunda y auténtica, un vínculo trabajado poco a poco por la pareja. La información y las representaciones mediáticas del amor pueden establecer estándares poco realistas, llevando a la decepción y la frustración.

A pesar de toda la charla sobre amor, muchos carecen de las habilidades necesarias para resolver conflictos, comunicarse efectivamente y comprender las necesidades emocionales de una pareja. La superficialidad de las interacciones en la era digital puede llevar a una falta de conexión emocional genuina, donde las relaciones se basan más en apariencias que en un vínculo auténtico.

Esas son algunas de las deficiencias más grandes de nuestra época en el amor:

 1. Cultura de la inmediatez y la gratificación instantánea

La tecnología ha fomentado una cultura de gratificación instantánea donde las conexiones se hacen rápidamente pero de manera superficial. Las relaciones a menudo carecen de la profundidad emocional necesaria para desarrollar una verdadera intimidad y compromiso.

 2. Miedo al compromiso

En un mundo lleno de opciones, muchas personas temen comprometerse con una sola persona por miedo a perder otras oportunidades. Este temor impide que las relaciones evolucionen hacia un amor más profundo y duradero, manteniéndose en un nivel superficial.

 3. Idealización y expectativas irrealistas

La exposición constante a las redes sociales y a la cultura popular ha creado expectativas poco realistas sobre lo que es el amor y cómo deben ser las relaciones. Las personas se frustran fácilmente cuando sus relaciones no cumplen con estas expectativas idealizadas, lo que lleva a desilusión y rupturas.

 4. Falta de habilidades de comunicación

Muchas personas carecen de las habilidades de comunicación necesarias para resolver conflictos y expresar sus necesidades de manera efectiva. La mala comunicación puede llevar a malentendidos, resentimientos acumulados y la eventual ruptura de la relación.

 5. Desconexión emocional

La dependencia excesiva de la tecnología ha reducido la calidad de las interacciones cara a cara, lo que lleva a una desconexión emocional. Sin una conexión emocional fuerte, las relaciones carecen de la intimidad y la empatía necesarias para sostenerse a largo plazo.

 6. Superficialidad en las conexiones

Las interacciones rápidas y superficiales no permiten el desarrollo de una conexión emocional profunda. Las relaciones se basan más en la atracción física y la excitación momentánea que en un vínculo significativo y duradero.

 7. Egoísmo e individualismo

La cultura actual promueve el individualismo y el enfoque en uno mismo, lo que puede hacer que las personas prioricen sus propias necesidades sobre las de su pareja. Esto puede llevar a un desequilibrio en la relación, donde uno o ambos miembros no se sienten valorados o apoyados.

 8. Falta de compromiso con el crecimiento personal

Muchas personas no se dedican al crecimiento personal y al autoconocimiento, lo que es crucial para construir y mantener una relación saludable. Sin un compromiso con el crecimiento personal, las personas pueden repetir patrones negativos y no aprender de sus experiencias pasadas.

 9. Desvalorización del amor como elección

Existe una tendencia a ver el amor como algo que simplemente sucede, en lugar de una elección activa que requiere esfuerzo y dedicación. Las personas pueden no estar dispuestas a poner el trabajo necesario para mantener y fortalecer sus relaciones.

 10. Sobrevaloración de la autonomía

La sobrevaloración de la independencia y la autonomía puede hacer que las personas eviten la interdependencia saludable en las relaciones. Esto puede llevar a una falta de cooperación y apoyo mutuo, elementos esenciales para una relación equilibrada.

 11. Falta de autocrítica

Muchas personas carecen de la capacidad de reflexionar críticamente sobre sus propios comportamientos y actitudes en una relación. La falta de autocrítica puede llevar a la repetición de errores, la incapacidad de resolver conflictos de manera efectiva y la imposibilidad de crecer y mejorar en la relación.

Aunque hablamos mucho sobre el amor y deseamos relaciones significativas, muchas de las deficiencias actuales dificultan el desarrollo y la sostenibilidad de dichas relaciones. Identificar y trabajar en estas áreas puede ayudar a construir relaciones más profundas y satisfactorias.

La paradoja es que tenemos más información que nunca sobre el amor y las relaciones, pero a menudo carecemos de la sabiduría y las habilidades necesarias para amar verdaderamente. Esta discrepancia puede resultar en una generación que, a pesar de hablar mucho sobre el amor, lucha para experimentar y mantener el amor en su forma más genuina.

Quizás es momento de prestar atención en el sistema educativo y la crianza en el hogar para educar y adiestrar a las nuevas generaciones sobre cómo formar vínculos sanos, fuertes y profundos en las relaciones sentimentales.

Quizás es momento que los adultos volteen más a verse a sí mismos y menos hacia las redes sociales, que trabajen primero en su crecimiento interior antes de empezar a cultivar relaciones amorosas. Es increíble la cantidad de personas que acuden a consulta por problemas de amor, muchos de los cuales no existirían o podrían ser resueltos por ellas mismas de haber contado con un mayor conocimiento y práctica sana de las relaciones amorosas.

Germán Renko @ArkRenko
Psicólogo y terapeuta de pareja.

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