El sol empieza a caer en el horizonte… la comunión playa-atardecer es uno de los extraordinarios espectáculos que la naturaleza nos brinda diariamente y contadas veces admiramos. El mar produce en mi una sensación de plenitud, de relajamiento; y venir aquí, a esta hora y con este marco tan nostálgico, me pone en contacto contigo. Este lugar se convirtió en nuestro refugio, en nuestro lugar secreto, donde nos contábamos tantas cosas, y donde acompañados de una taza de café pasamos tantas horas dialogando sobre uno y mil temas, explorando nuestras mentes, presentándolas mutuamente. Hoy estoy aquí, sin ti, en una mano mi café expreso, en la otra un cigarro, he venido solo sin saber porqué y el bullicio del lugar contrasta con el silencio en mi mesa.

Mis pensamientos van y vienen, han pasado varios días desde la última vez que nos vimos. Esa noche estuvimos brincando a la luz de la luna, roncos de tanto cantar y gritarle al mar, a la luna, a la marea y a los dioses de los infieles. Nos fuimos a mi automóvil, echamos los asientos atrás, y mientras miraba tu perfil, tomé delicadamente tu mano y la lleve lentamente hacía mis labios, que ligeramente humedecidos los posé con suavidad sobre tu piel, entreabriste los ojos sin alejar tu mano y me regalaste una media sonrisa. Lentamente empecé mi habitual recorrido a besos sobre tu brazo, hasta llegar a tu cuello, esperaba una palabra tuya para detenerme, pero ésta no llegó, ante tu tacita aceptación cubrí tus orejas de pequeños besos, y empecé a decirte entrecortadamente lo embriagador de tu perfume mezclado con tu aroma natural.

Yo sabía exactamente lo que estaba haciendo, estaba tratando de derribar con mis caricias esa barrera que nos habías impuesto. Conozco tu cuerpo y sus reacciones, así que bajé lentamente una de mis manos, la que se encontraba acariciando tu cabeza, hacia una de tus piernas. A nuestro lado, algunos trasnochados iban pasando por la acera, y eso le añadía un toque de audacia a mis actos. Ese día traías una falda corta de mezclilla,  por lo qué,  tus blanquísimas y torneadas piernas me habían tenido hipnotizado toda la velada, así qué no era de extrañar que ante esta oportunidad, mi mano volara recorriendo lo que de ellas quedaba al descubierto. Intrépido entreabrí tus piernas lentamente mientas mis labios no dejaban de besar los tuyos, dándote besos que poco a poco subían de intensidad, dejando en ocasiones que chuparas y mordieras ese labio que sueles dejarme siempre hinchado por varias horas. Y así, manteniéndote ocupada con las descargas de mis besos, mi mano taimadamente empezaba el recorrido hacia el interior de tus piernas.

Llegue ante la tela de tu ropa interior, una panty, de color rojo supe al poco tiempo y empecé a acariciar con enorme placer y sensualidad tus interiores, tu cuerpo reaccionó con humedad almizcleña, mojando mis dedos, incitándolos a explorar más adentro. Con delicadeza aparté los pliegues de piel y les di instrucciones a donde ir. Encontraron ese montoncito de carne interna, inflamado, rugoso y desafiante. Con las yemas lo acariciaron, provocando que te revolvieras y soltaras algunos gemidos. Tus ojos se entreabrieron y observé ese brillo especial de tu mirada. Continué con otros movimientos, entrando y saliendo, empapando tu ropa, tallando tu monte, acariciando la entrada. Estuve ahí por exultantes instantes, hasta que entre espasmos y jadeos retiraste mi mano.

Ah, tu olor se mantuvo en mi mano hasta la madrugada, cuando a solas en mi cama aun lo aspiraba embriagado de ti. Ahora daría lo que fuera por poder olerlo de nuevo, inconscientemente llevo las puntas de mis dedos hacia mi nariz, como si ese acto pudiera detonar en mi cerebro de nuevo el recuerdo de tu olor, pero llega solo el olor de mi expreso y el tabaco que se apaga en mis dedos.

Germán Renko @ArkRenko
Psicólogo y terapeuta de parejas.

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“Con las Alas en Llamas”
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4 respuestas a «El sol empieza a caer en el horizonte»

  1. Puufff, como siempre fantastico e imaginable, Felicidades
    atentamente @alonxxx

  2. Me encanto muchas felicidades !!!!

  3. Pufff, Fantastico y realmente lo pude disfrutar e imaginar
    atte @alonxxx

  4. Quién eres tú, que sueña en secreto mis sueños más intensos? Mi alma reconoce tus letras, más sé que no ha sido en esta vida. El corazón suspira sin saber el motivo o la razón que lo ha traido a ti pero benditas letras que plasmas desde ese horizonte que en alguna vida compartimos.

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