Quiero que la noche de anoche sea eterna

Quiero que la noche de anoche sea eterna… que su negro me cobije y no me deje sentir el frio de tu ausencia, quiero concentrarme en la belleza de las estrellas, vestirme como antes, del polvo de todas ellas. Quiero cerrar los ojos y pretender que continúas conmigo. A veces no quiero forzarte a decir palabras, porque las palabras restringen los sentimientos, porque cuando no estás recuerdo lo que dijiste y la mayoría de las veces termino diciendo que no es cierto, cuando sé que si lo es, que todo lo que decimos lo es, aunque a veces nuestras palabras las dicte el miedo.

Quiero que la noche de anoche sea eterna y que nos encontremos otra vez en ella, perpetuarnos en ella y en la locura que nos inspira, ser otra vez para ti divertido y osado, para continuar mi sueño, delirio de llegar a tu alma caminando por tu nuca y descubrir que los límites para nosotros no son ciertos. Ya no quiero escucharte, eso ya no, pienso que llegamos al punto en que lo que digamos está demás, ya no aplica a nuestra realidad, ya no nos contiene, las nuevas palabras que vengan serán puros adioses, así lo presiento. Por eso no quiero que hables, mírame solo, así me has atrapado con miradas puras, porque de una mirada tuya he sacado toda mi fuerza para enfrentar mis miedos, luego siénteme, déjame visitarte en los recodos de tus recuerdos y anhelos, para que me añores y te de las fuerza de combatir tus temores. No te sueltes en este momento en que el vacío nos tienta, no nos dejes en este ni en ningún momento, es solo resistencia al viento, fortaleza que se prueba solo en las subidas desconocidas.

Germán Renko @ArkRenko
Psicólogo y escritor.