Voy a destapar una lata de gusanos:

Muchos hombres padecen de eyaculación retardada porque son consumidores consuetudinarios de pornografía desde etapas tempranas de su vida. Sin embargo, la mayoría ignora que se debe a eso. Tampoco es la única causa, aunque hoy hablaremos solo de esta relación.

Aunque incomode consciencias y «mentes libres», este consumo incluye contenido de OnlyF.

La eyaculación retardada (también conocida como deterioro de la eyaculación) es un trastorno en el cual se necesita mucho tiempo de estimulación sexual masculina para que el hombre alcance el clímax y libere semen a través del pene (eyaculación).

Algunos hombres lo hacen 2 veces por semana, otros lo hacen a diario. Luego sus parejas se sorprenden de que ellos tengan problemas para alcanzar el orgasmo a su lado (eyaculación retardada), y en casos graves evidenciar de bajo deseo para mantener relaciones sexuales con ellas.

Recientemente he atendido dos casos de esta naturaleza y esto me ha llevado a pensar: ¿cuántos más habrá allá afuera sin diagnosticar y sin atender, con una vida sexual en pareja en crisis?

La mayoría de las personas pensaría que son hombres solos y por eso recurren a este medio para satisfacer sus necesidades sexuales. La realidad es que muchos de estos hombres están casados o tienen una relación de pareja con relaciones sexuales regulares.

Muchas mujeres han normalizado esta afición de sus parejas o la han tolerado haciéndose a la idea que es inofensiva, incluso le encuentran el “beneficio” que así las dejan en paz con el tema del sexo.

El consumo de pornografía afecta el cableado mental de cómo estructuramos nuestra sexualidad y nuestras expectativas en la intimidad. Nuestro cerebro es una máquina compleja y esto del cableado sexual tampoco podría ser sencillo, pero intentaré explicarlo.

El cerebro se acostumbra a un estímulo visual y repetitivo que no se refleja en la realidad de una relación de pareja. Esto puede llevar a la necesidad de una mayor estimulación para alcanzar el orgasmo, dificultando la satisfacción sexual en un contexto real.

Ejemplo:

Imagina a Carlos, que ha estado consumiendo pornografía regularmente desde su adolescencia. Esto ha condicionado su cerebro a través de los años a necesitar ciertos estímulos audiovisuales intensos para excitarse y alcanzar el orgasmo. A estos estímulos audiovisuales intensos les llamo también «fetiches sexuales» que pueden ir desde las características físicas de la mujer como el tono de piel, cabello, ojos, sus sonidos y gestos, las dimensiones de sus partes, las prácticas y habilidades sexuales y un largo etcétera.

De tal manera que cuando está con su pareja, Ana, encuentra difícil llegar al clímax porque la realidad de su interacción íntima no puede competir con los estímulos exagerados de la pornografía o los estímulos específicos a los que el cerebro de Carlos ya está acostumbrado a recibir. Esta brecha crea insatisfacción para ambos, y requiere trabajo conjunto, posiblemente con la ayuda de un profesional, para reentrenar la respuesta sexual de Carlos y enfocarse en la conexión emocional y el placer natural en su relación.

Hay hombres que consumen cierto tipo de contenido erótico que es prácticamente imposible de igualar en su entorno y realidad. Como mujeres de tonos de piel exótico o de otras culturas y continentes cuyas características no son comunes en su entorno. El problema no es tener fantasías sexuales, todos los seres humanos podemos tenerlas y forma parte de nuestro mundo privado e íntimo. El problema es cuando esas fantasías toman el control del mecanismo de estímulo y excitación de esa mente masculina y nulifican los estímulos de la vida real en su relación de pareja.

La eyaculación retardada se convierte en un reflejo de cómo el consumo habitual de pornografía ha distorsionado la conexión natural y emocional con la pareja.

Es fundamental reconocer este patrón y buscar ayuda para restablecer una relación sana con la sexualidad. La recuperación puede ser un proceso desafiante, pero es el primer paso hacia una vida sexual plena y satisfactoria, basada en la conexión y el respeto mutuo.

Tratamiento

El tratamiento suele implicar varios pasos y enfoques integrales que se siguen para el tratamiento de este problema, aquí te comparto una opción:

1. Evaluación y Educación: El primer paso es evaluar el grado de dependencia a la pornografía y educar al paciente sobre cómo esta puede afectar la función sexual. Comprender el impacto que tiene en el «cableado» del cerebro y en las expectativas sexuales es crucial.

2. Reducción o Eliminación del Consumo de Pornografía: Se recomienda reducir gradualmente o eliminar completamente el consumo de pornografía. Este proceso puede requerir apoyo psicológico y, en algunos casos, terapias específicas para la adicción.

3. Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): La TCC es efectiva para abordar los pensamientos y comportamientos asociados con la eyaculación retardada. Ayuda a identificar y cambiar patrones de pensamiento negativos y a desarrollar técnicas de afrontamiento más saludables.

4. Ejercicios de Mindfulness y Relajación: Practicar técnicas de mindfulness y relajación puede mejorar la conciencia corporal y la conexión emocional durante el acto sexual. Estos ejercicios ayudan a reducir la ansiedad y a fomentar una experiencia sexual más presente y satisfactoria.

5. Terapia de Pareja: Involucrar a la pareja en el tratamiento puede ser beneficioso. La terapia de pareja puede mejorar la comunicación, la intimidad y la comprensión mutua, fortaleciendo la conexión emocional y sexual.

6. Rehabilitación Sexual: Esto puede incluir ejercicios específicos diseñados para reentrenar la respuesta sexual, como la focalización sensorial, que ayuda a redescubrir el placer físico sin la presión de alcanzar el orgasmo inmediatamente.

7. Consultas Regulares: Mantener consultas regulares con un sexólogo o psicoterapeuta de pareja es importante para monitorear el progreso, ajustar el tratamiento según sea necesario y brindar apoyo continuo.

Recuerda que se requirieron muchos años para construir ese cableado sexual y ahora es necesario cambiarlo y orientarlo de una manera diferente, más sana y plena. El tratamiento es un proceso gradual y personalizado, y la paciencia es clave. Con el enfoque adecuado, es posible superar la eyaculación retardada y desarrollar una vida sexual más satisfactoria y conectada emocionalmente.

Germán Renko @ArkRenko
Psicólogo y terapeuta de pareja.

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3 respuestas a “La lata de gusanos”

  1. Me encantó, osea tan equivocada no estaba al respecto.. genial gracias por la información

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