Reseña a Lullaby: durmiendo con demonios de Talía Ochoa.
Pocas cosas resultan tan difíciles cuando se empieza el camino de escritor como lograr atrapar a un nuevo lector desde las primeras páginas de la historia a contar. Esto sucede porque cada prospecto a lector llega con sus propias expectativas, parámetros de calidad, preferencias de autores y gusto disimiles en historias y estilos para contarlas; otros llegan sin nada previo y tampoco por eso son fáciles de conquistar. Además, el autor aún carece de la experiencia de obras anteriores y su estilo en cierta medida, aún se encuentra en formación. De tal manera que no es cualquier cosa atrapar la atención de quien da una hojeada a la fase inicial de un libro, retenerlo en la lectura por uno, dos, tres o más párrafos hasta conseguir la ansiada decisión de que la historia que se tiene enfrente vale la pena de leerse de principio a fin. Hay algunos factores que ayudan a tomar esa decisión a favor. ¿El estilo del autor resulta prometedor? ¿La trama se percibe atractiva y provoca curiosidad? ¿Los personajes se perciben bien delineados? ¿La técnica está lo suficientemente depurada para obviar los posibles defectos y errores que puedan encontrarse en el camino? ¿Carece de errores gramaticales y de ortografía? Y el más importante de todos: ¿quiero saber que sigue después de cada párrafo?
Me parece que entre más experimentado es un lector, son mayores sus prejuicios y sus expectativas suelen ser más altas. Por lo tanto, cuando estuve ante el primer capítulo de “Lullaby: durmiendo con demonios” Lo primero que hice fue olvidarme en la medida de lo posible de todo marco de referencia, expectativa y prejuicio. Únicamente dejé activado el radar de los factores anteriormente expuestos. Por lo que puedo decir honestamente, que desde el principio y hasta el final, la historia me atrapó y logró mantenerme interesado para leer cada nuevo capítulo. La trama es novedosa y fluida, los personajes está bien matizados y las escenas eróticas tienen buen ritmo y pueden ser excitantes para quien logra entrar en sintonía con el ambiente creado por la autora. Aunque hay oportunidades de mejora, la escritora cumple con creces cada uno de los factores necesarios para retener a los lectores hasta el final. Para cerrar, Oscar Wilde dijo una vez: “No hay libros morales ni inmorales. Los libros están bien escritos o no lo están.” La mini-novela “Lullaby: durmiendo con demonios” es una historia erótica que está bien escrita y la pluma que la escribió, Talía Ochoa, es una joven prometedora en este oficio de acomodar las palabras y construir historias en la mente de los lectores.
Nota del autor: sus comentarios son bienvenidos, están sujetos a aprobación y serán respondidos tan pronto sanen las heridas de sus pedradas.
Germán Renko @ArkRenko
Autor del libro «Con las Alas en Llamas»
www.AlasEnLlamas.com
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