Reseña a “Nothern Lights”
“Los libros que el mundo llama inmorales, son libros que muestran al mundo su propia vergüenza”.
Desde que Oscar Wilde inmortalizara este pensamiento en 1891 dentro de su genial obra “El retrato de Dorian Gray”, la humanidad nunca pudo volver a prender fuego a un libro por considerarlo inmoral sin que en esa hoguera también se consumiera una parte de sí misma. Hace unos días que terminé de leer “Nothern Lights”, una mini-novela erótica escrita por Ángel Valenzuela, conocido en Twitter como @Metaficticio. Al principio, me llevó la curiosidad por estimar la calidad de lo que se comparte en Novelistik.com, una plataforma gratuita para leer libros, después de un par de capítulos, me quedé por los tesoros que encontré. Fui conociendo la trama en retazos, no porque el autor la publicó poco a poco, sino porque a las ideas nuevas hay que darles tiempo para que se asimilen y se asienten en la conciencia; ¡Vaya que hay un abanico de ideas nuevas para aquel que se inmersa entre sus páginas! En los días siguientes de terminar con la lectura, muchos pensamientos continuaban flotando en mi cabeza; esa fue la segunda señal acerca de la riqueza de la historia; no cualquier libro persiste en nuestros pensamientos después de la palabra “fin”. Mientras les iba dando forma a mis pensamientos caí en cuenta que no podía reservármelos para mí solo y la idea descabellada de escribir una pequeña reseña fue tomando fuerza.
Les explicaré porqué al principio me parecía descabellado escribir una reseña para “Notherns Lights”. La mini-novela es una historia de Amor y pasión entre dos hombres, un Amor de naturaleza 100% homosexual que no se queda en eufemismos ni tiende velos en las escenas eróticas, también construye un puente en la cima del abismo para que el lector pueda sumergirse en las emociones, pensamientos, conflictos y deseos del protagonista. Solo se necesita un paso en falso para que el lector termine en el abismo; es decir, que la lectura se vea interrumpida. Cualquiera que haya leído un libro sabe que leer es un acto privado y de íntima comunión con el autor, con los personajes y con su propia conciencia. De pronto, se me ocurrió que si leer una historia como “Notherns Lights”, irreverente, transgresora y tempestuosa, no es cosa fácil para ningún heterosexual, menos lo sería para la gente cercana al autor. Una cosa es saber que tu ser querido es homosexual, así como medio imaginarse lo que eso implica y otra muy distinta, es leerlo con lujo de detalles. Y ni qué decir de que haya valientes entre aquellos amigos cercanos al autor que poseen el don de la palabra escrita que se atrevan a redactarle una reseña; eso me quedó muy claro al notar la falta de nombres conocidos entre las reseñas de la historia de @Metaficticio. También había algunos factores que me daban la inmensa libertad de escribir una reseña. El hecho que no soy amigo ni familiar del autor, tampoco le debo nada ni me debe nada. Ni siquiera nos seguimos en Twitter, ni obtendré ningún beneficio de escribir esto. Además que leer una historia de Amor homosexual no compromete mi sexualidad, no agrede mis principios ni me avergüenza en ningún sentido reconocer públicamente que la leí, la disfruté y orgullosamente la compartiría con todos mis lectores para que ellos también se enriquecieran al leerla. Estos eran algunos de los pensamientos que revoloteaban en mi cabeza y que dieron forma a esta reseña; pero todavía había más.
Por otro lado, en los días siguientes a que terminé de leer la historia, me pregunté ¿quién en su sano juicio escribe una historia que de antemano sabe que será imposible para sus amigos y familiares separarla del autor, de su amigo, hijo, hermano, nieto, etcétera? Ese loco solo puede ser un hombre comprometido con su pasión por escribir, un tipo valiente para enfrentar su entorno, así como para intentar asaltar y conquistar con solo sus letras todas las mentes posibles en 16 capítulos digitales. A esos dementes se les llama: escritores. Hace tiempo escribí en una de mis columnas: “la peor censura que existe para un escritor es la autocensura y mucho peor que el bloqueo literario es el miedo a expresar una opinión que se aleje de lo políticamente correcto o el perfil que los lectores tienen sobre el escritor; ese miedo a ofrecer los pensamientos más íntimos al escrutinio del público, familiares y amigos”. Lo más admirable de “Notherns Lights” es la valentía y locura del autor, que demuestra ser mucho más hombre que cualquiera otro que se precie de su heterosexualidad para regalarnos una soberbia historia de Amor, pasión y deseo. Un boleto (gratis) para conocer, explorar, aprender, comprender y aceptar que el Amor no tiene límites, no tiene inclinación sexual ni le importan un carajo los prejuicios; somos nosotros, los que ponemos fronteras, creamos etiquetas y prejuicios para determinar qué connotamos como “sublime” y qué tachamos como “aberración”. Porque el protagonista nos demuestra que cuando se acepta su propia naturaleza no queda otra que caminar hacia adelante con la frente en alto, con el corazón abierto y dispuesto, sin vergüenzas, ni remordimientos, ni complejos de culpa. Porque la sociedad llama inmorales a quienes contradicen sus códigos moralistas y timoratos, cuando «al final, lo verdaderamente inmoral son los límites. Lo verdaderamente antinatural es no transgredir”. Si usted, apreciable lector, es homofóbico, por favor lea la novela, pero no deje su reseña, resérvese sus juicios para usted solo. Si usted se considera de mente abierta, vaya a comprobarlo leyendo la historia de Andrés y Demetrio. Yo me quedo con un profundo agradecimiento a Ángel Valenzuela, @Metaficticio por su valor y talento que nos regalaron una pequeña joya llamada “Nothern Lights”.
Adquiere el libro impreso aquí
Germán Renko
Psicólogo y terapeuta de parejas.
Otras lecturas recomendadas:
La era del miedo y la incertidumbre en el Amor.
Química sexual, cachondeo y otros animales salvajes.
Las Reinas del hielo y los Témpanos emocionales









Replica a Yeni Varela Cancelar la respuesta