Recado
Mi querida hada de alas tristes, entiendo perfecto lo que me cuentas y aunque quisiese respetar tu duelo, no puedo; poco me he caracterizado por hacer lo que debiera y mucho menos por hacer lo que me piden. De tal manera que hoy estoy aquí quebrándome los nudillos en el roble de tu puerta, solo para percatarme que no te encuentras. Te dejo en el buzón algo que escribí, lo dejo con la esperanza que a tus ojos regrese el gusto por la lectura y éste, extienda para ti como tantas veces, el boleto que te lleve de nuevo al mundo de la fantasía y la imaginación. Aunque pareciera obligada, como primera y obvia opción, una parada en la sección de reparación de alas, recomiendo mejor un paseo por tus lugares favoritos. No te preocupes si no puedes volar hasta ellos, un poco de ejercicio no le caerá mal a tus piernas y le servirá a tu espíritu para recordar que antes de aprender a volar, recorrió muchos kilómetros gracias a ellas. Cuando ya tus pulmones se hayan habituado a no respirar y sin embargo, tu sangre se sienta a mil oxigenada por el aire de este intimo lugar, te sorprenderás que tus alas… tus alas han empezado a sanar.
Germán Renko @ArkRenko
Psicólogo y escritor.
Quien escribe como tú, pensando que sus letras quedan en sentimientos sacados a luz…. No se imaginan como pueden cambiar el estado de ánimo de alguien, como puede cada letra bien administrada en perfectas palabras que se cuelan en cada poro, en las entrañas, en el corazón, en el alma y en el pensamiento mover una pasión, quitar una tristeza o desvanecer un miedo… No tengo mas que agradecerte de nueva cuenta por lo que compartes con nosotros tus 5 lectores (más de 100 mil en realidad), ya que reflejas en cada escrito una fibra de nosotros mismos…