Carta de un hombre.
Confieso que al inicio no sentía nada por ti, pero tú te fuiste acercando a mí por el lado del cuerpo, que es otra forma de llegar al corazón de un hombre. Un camino corto y sin muchas tribulaciones, pero un camino al fin. Tú lo supiste desde el principio, que no te quería ni me sentía atraído por ti, así como una mujer sabe esas cosas por instinto o por una sabiduría adquirida o heredada de tu género. Quizá las mujeres tienen un radar especial para detectar un corazón necesitado de cariño y sin que puedan evitarlo se sienten atraídas hacia el desvalido para prodigarle un poco de aquello que adolece. Lo irónico es que mientras tú hacías eso conmigo, yo pensaba que era yo quien te rescataba a ti. Te miré tan vulnerable en tu disfraz de mujercita, sin más armas ante los lobos que una sonrisa tímida y con una figura que solo llamaba la atención alejada de otras mujeres. Empezamos a platicar, porque eso hacemos los hombres cuando no tenemos nada que perder y eso hacen las mujeres cuando tienen todo por ofrecer. Al principio fueron cosas triviales y poco a poco me fui enterando del nombre al que respondía tu cabeza; que habías perdido la esperanza en los hombres, pero no en el amor; que creías en Dios, pero poco en la religión; encontré en el brillo de tus ojos que sonreías mucho, solo que lo hacías para adentro. La primera vez solo hablamos y te habría olvidado si me hubieras dejado. Te pedí el número de tu teléfono móvil por la inercia de hacerlo, apuntaste el mío como quien anota en dónde vive su alma gemela.
Nunca supe cómo te volviste una constante en mi vida, no recuerdo por qué llegó el primer beso ni todos los demás. Recuerdo que te invité a mi casa, con alguno de esos pretextos que nos inventamos los hombres y lo aceptaste con una sonrisa inocente, de esas que tienen las mujeres para hacernos creer que realmente nos han creído el embuste. En algún momento debo haber percibido el olor de tu piel o de tu cabello, o bien pudo haber sido el calor de tu cuerpo que fue a despertar al monstruo que duerme en las venas de todos los hombres. Cualquiera que haya sido el motivo, fue suficiente para atraerte a mi regazo y fue la única llave que necesitaste para entrar en mi vida a partir de ese momento.
No puedo decir que no me gustaban tus besos, si así hubiera sido, no habría vuelto a tu boca cada vez con más asiduidad. Tampoco puedo decir que no me gustaba tu cuerpo, porque dentro de él yo era el rey de tu universo y en ese momento, tú eras todo lo que necesitaba para sentirme completo.
A los hombres nos nace el amor a través de la piel, después de hacer el amor empezamos a querer cada vez más y más a una mujer. Aunque también nos empiezan a perder poco a poco, si no tienen otros recursos para retenernos. Al principio yo no lo sabía, eras solo un refugio al que recurría cada fin de semana, después no fue suficiente, quise verte en los demás días, en otros lugares y con otra escenografía, buscaba inconscientemente las pruebas para saber si encajabas en mi vida. Quizá tú te sentías querida, enamorada y necesitada. Quizá eso que yo te daba, era lo que tú buscabas. Tal vez, al verme feliz y sonriente, te sentías también plena y satisfecha en tu papel de mujer. Qué sé yo si éramos el borrador de aquel destino que nos esperaba al lado de alguien más o realmente éramos la versión final de una pareja destinada a permanecer unida. Yo solo sé que fui el primero en decir “Te quiero” y así fue como me hice responsable del “nosotros” que se volvió oficial a partir de ese momento. Fui yo el que te regresó la confianza en los hombres y fui también el verdugo que la acribilló en forma definitiva.
¿Cómo iba yo a saber que tus alas no eran lo suficientemente fuertes para volar sin mí? O quizá si lo sabía, pero temía que las mías se debilitaran tanto que ya no pudiera alejarme de ti. Seguramente pensaste que fue otra mujer la que me arrebató de tu lado, nunca aceptaste que pudo ser la mujer que estaba del otro lado de tu espejo.
Un hombre puede engañarse casi toda la vida acerca de lo que siente por una mujer, pero no puede engañarse acerca de la infelicidad que habita en su propio pecho y que se va apropiando, lentamente como el oxido, de todo lo que hace y lo que emprende. Tuve que dejarte partir, antes que me partieras la vida y juntos se la partiéramos a almas inocentes. Quizá ahora todavía me odies, yo sigo esperando que algún día aceptes, aunque sea solo para ti o ese creador en el que crees, que lo que hice, fue un acto de amor y valentía. Quise que fueras infeliz por algunos meses, con la esperanza que pudieras encontrar la felicidad con alguien más para toda la vida, y no al revés.
Adiós para siempre.
Fragmento del libro “Con las alas en llamas”.
Germán Renko @ArkRenko
Psicólogo y escritor.
Recomendado:
- Química sexual, cachondeo y otros animales salvajes.
- Las Reinas del hielo y los Témpanos emocionales.
- De amores casuales, inciertos y tormentosos.

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Perfecto. ❤
Esto es desolador…
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me parece, difícil de entender si no se ha hecho. Romántico si no se entiende.
Brutal. Me encanta.
Me encanta.. Quiero saber donde quedo «La sombra de dos desconocidos» me encanta y quiero volverla a leer. El link por favor!
Esto es maravilloso… Dejó mi mente divagando entre el recuerdo, tratando de entender y de perdonar a ese ser valiente. Gracias Renko.
Esta carta seguro está en la mesa de noche de mi amado pasado, que nunca quiso decírmelo desde sus labios…Dejando entre los dos un camino desolador.
Gracias por recordármelo Renko.
Terriblemente espectacular.
Soy de las que trae la sensibilidad a flor de piel, pero le cuesta mucho expresar emociones. No sé que fue pero me has llevado a las lágrimas. Entrega es esto que describe tu carta, el mejor final lo escribe el amor, siempre.
Me dejaste máximo en todo el sentido de la palabra.
Es como si la hubiese escrito.
Te entiendo, y quiero decirte que hiciste lo correcto.
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estas son historias que los hombres repiten a diarios….sabes pienso que no fue valiente….simplemente yo lo definiria como UN COBARDE…..
De acuerdo totalmente contigo
Excelente, muy bien escrito, transmite, es conciso y totalmente cierto…me encanto!
Con lagrimas en los ojos… Gracias
Siempre como mujer tenemos un poco de verdad en todo lo que pinsan y sienten… es triste (no se si deba llamarlo así) el poder entenderlos sin querer hacerlo ya que duele eso de… «Quise que fueras infeliz por algunos meses, con la esperanza que pudieras encontrar la felicidad con alguien más para toda la vida, y no al revés»
O sea, nunca la amaste… Excusas? Que es esto??? No se entiende sino la cobardía a flor de piel por la que muchos hombres se les pasa la vida!
Sólo cuando has vivido un amor así lo comprendes, es cobarde el que abandona por egoísmo, pero valiente el que a pesar de lo fuerte que siente, sabe retirarse por las razones correctas. Yo le puse cara a tus letras y me dolió leer el «adiós para siempre», pero estoy segura que así será. Gracias por escribir y compartir, pues haces más leve algunas agonías y revives tantos momentos que llevan nombre y apellido. Besos Renko!
Quiero volverla a leer, a veces es difícil entender a los hombres por que ellos son de pocas palabras y expresan su sentir de manera diferente y los dejamos perder como dice en esta frase «Aunque también nos empiezan a perder poco a poco, si no tienen otros recursos para retenernos» y no se sabe como retenerlos
Extraordinario, ojalá todos tuvieran el valor de dejar ir así.
«Tuve que dejarte partir, antes que me partieras la vida y juntos se la partiéramos a almas inocentes»… Al fin y al cabo el alma termina partida, tu tiempo y tu pensamiento.
Sencillamente perfecto… Lo leo y hasta nombre y apellido tiene…
Renko tu eres de esa clase de hombres que maneja el lenguaje y dice todo lo que una mujer quiere escuchar… no quiero sonar demaciado conmovida o talvez como todas las demas mujeres que te escriben, pero es verdad parece la carta que siempre espere o las palabras que nunca escuche… eres un duende!!!
Que tiene que ver el amor con esto?
Demasiado profundo para ser entendido por quien no le haya pasado alguna vez !!
Nada es para siempre ni si quiera un adiós. El torbellino de la Hermosa y Dulce Vida nos prepara Sorpresas inesperadas a los Corazones Apasionados.
Simplemente no la amaba.
Me parte tanto el alma. Poner esas palabras en su boca, esos pensamientos en su cabeza. Quisiera saber si de verdad no fui capaz de enamorarlo, si no tuve la suficiente determinación para que se quedara a mi lado.
Pude entenderlo como la necesidad individual de tener a alguien y cuando ese alguien ya no te complemente la alejas de tu vida… Tal vez la manera sutil de decir no eres importante nunca te quise ADIOS.
Reblogueó esto en Claudia Palaciosy comentado:
Sublime…
Espléndido…
que te puedo decir, una historia más, vivida por muchos, me encanto!, lloré lo sentí y lo viví… transmites cada palabra. A veces nos atrevemos a vivir el amor en el momento incorrecto. Pero aplaudo la decisión final. Porque se que sus alas las hice más fuertes.
Que hermoso… de verdad sentí que era para mi… Que bueno seria que todos dijeran adios
Me encanto guau no dejo de lerla estoy en algo parecido fabuloda
Reblogueó esto en Exasperaday comentado:
Perfección ❤️
No se que pensar con respecto a esta carta, entonces llamar valiente a alguien que dejo ir tal vez algo que no le volverá a ocurrir o llamarte cobarde por no arriesgarse a tal vez increíble experiencia. ahora me da miedo enamorarme, nunca me he enamorado, pero con esto siento mas miedo e inconscientemente tengo la necesidad de poner una barrera entre la vida y el amor, prefiero que estén separados, pero quiero enamorarme u.u
Mucho se podría decir de este escrito, y todos los que me antecedieron fueron tan acertados que tuve una gran afinidad de pensamiento. Creo que la mayoría de las mujeres, no se imaginarían las viscisitudes por la que también pasan los hombre, pero hoy, veo con luces largas, hacia un mundo que ni siquiera en nuestros más remotos pensamientos, podríamos lograr entrar o entender. Dicen que los hombres son de marte y las mujeres de venus, pero me he dado cuenta, que mientras haya honestidad de corazón y alma, bien podrían ser ellos más venucianos.
Como siempre, me has inspirado y llenado de una forma inconmesurable. Gracias, por todo este placer Renko.
Cómo siempre con cuánta verdad escribes, mi adorado, hay que tener la honestidad para dejar partir cuando se está seguro que ya no hay nada que le una a la persona que alguna vez fue especial, en aras del bien, para que ambos encontraran su destino final.
Un placer leerte. Gracias por deleitarme.
En mi caso, todo comenzó con un «me gusta», nos desenmascaramos en la mesa de un restaurante y terminamos en la cama incendiado el cuarto de la pasión reprimida que ambos llevábamos en nuestra vida. Todo terminó, el fuego se apagó y cada quien siguió su camino, ella en espera del amor de su vida y yo con el amor de mi vida.